El AdBlue surge de la necesidad de consolidar el esfuerzo para reducir las emisiones de gases nocivos para el medio ambiente y hacer que los motores de los vehículos diésel sean más limpios y amigos del medio ambiente.
Dado que es un producto compuesto por una solución de urea y agua, el AdBlue reduce las emisiones contaminantes emitidas por los vehículos pesados y ligeros diésel que han instalado un sistema SCR (Reducción Catalítica Selectiva). El uso de AdBlue® hace posible reducir hasta el 90% de las emisiones nocivas de óxido de nitrógeno (NOx) que libera un vehículo diésel a través del tubo de escape durante el proceso de combustión.
En la mayor parte de vehículos pesados diésel es necesario el uso de AdBlue® (ligeros, camiones, autobuses y vehículos para transportar pasajeros) comprados después de octubre de 2006. En los vehículos ligeros, AdBlue® se utiliza sólo en el caso de los vehículos comprados a partir de 2014.
La cantidad de AdBlue® que cada motor consume depende de varios criterios, concretamente el tipo de conducción, la temperatura de funcionamiento del sistema y la temperatura ambiente. Como media, un vehículo consume entre 1,5 y 2,5 litros por 1000 km. Es importante recordar que si el depósito de AdBlue® se queda vacío, el motor del vehículo no arranca.